El Papa Benedicto XVI decía que el voluntario Católico, contribuye al bien de la Iglesia y a que tengamos conciencia de que estamos al servicio de Dios y que nuestro compromiso es un testimonio.
... Y es que a diferencia de otro tipo de voluntarios, los creyentes, sentimos que lo que nos mueve es nuestra fe, esta fe que hemos recibido de "nuestra gente" y de otras personas, que nos hemos ido encontrando a lo largo del camino, que nos han llevado y nos han ayudado a descubrir al Dios de Jesús. Este Jesús que va afinando nuestra sensibilidad y que nos impulsa a dar lo mejor de nosotros mismos.

Y es que... nos sentimos afortunados, con necesidad de dar, porque nos damos cuenta de lo mucho que tenemos. Sentimos la necesidad de dar gratis lo que he gratis hemos recibido.
En este mundo muestro, cambiante, y a veces, algo desconcertante, parece que el voluntario católico nada contra corriente, ya que con su presencia y "quehacer", está diciendo que el otro , con el que me encuentro, "al que sirvo" es un hermano y que ese hermano vale más que el dinero.
No somos trabajadores sin sueldo o una ONG, sino que estamos llamados a tener una identidad, la de Jesús. Una identidad que nace de la fe; del encuentro con Jesús y de pertenencia a la Iglesia..., y la motivación, los medios y los objetivos están llenos de “algo diferente” que impulsa nuestra labor: nuestra identificación con Cristo, movidos e impulsados a amar al prójimo.
Al estilo de Jesús es ir amando como Él ama, apostando por la Persona, a cada una, como única e irrepetible... "a su manera", es mirar como Él nos mira, es acompañar al otro, como Él nos acompaña a nosotros, en el día a día... es, "a su manera".
El secreto de nuestra fuerza... es el Espíritu de Dios que nos acompaña y camina a nuestro lado, alentando nuestro caminar.
Llamados a:
- Colaborar al estilo de Jesús.
- Servir y no buscar sobresalir y brillar.
- Vivir con alegría y buen humor
- Tener paciencia y situarte discretamente.
- Mirar la realidad con respeto.
- Admirar la grandeza y el corazón del otro.
- Ser testigos y cauces de la Bondad de Dios.
- Confiar en medio de las dudas, dificultades, miedos, cansancios y debilidades.
- Sentir que no vas solo y estás sostenido por Dios.
- Buscar a Dios en todas las cosas y todas las cosas en ÉL.
Que así sea!
C.M.G
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