miércoles, 24 de octubre de 2012

¿Te atreves?


Sin duda, conocer y oír las experiencias de los voluntarios, que un día se acercaron hasta Jesús-María  porque andaban  buscando y sintiendo que quieren hacer algo con sus vidas y  con su tiempo... es un regalo y un privilegio.

Se ve la grandeza de la persona  cuando te acercas y ... 
  -  ves esos deseos que brotan del corazón,
  -  intuyendo planteamientos que se van haciendo...
  - y cómo detrás de cada una/o, la necesidad de darse, de buscar salir de su propio amor, querer e interés
  
Atreverse es un riesgo. Hay que arriesgar, hay que tener mucha valentía para ponerse en camino y sentir que, es un poco de locura, que es toda una osadía.

Esta vida es de la gente osada, atrevida, de la gente que deja que hable su corazón... aunque le pueda llevar a lugar insospechados. Los atrevidos son los que se dejan llevar por ese impulso en el que experimentan que algo, alguien...  te lleva a salir de tí misma/o, a dejar muchas cosas, personas, comodidades e te lleva a  ir más allá,  a  adentrarse en un mundo donde  no  haces píe, a  experimentar el miedo, la inseguridad  y la duda de no saber si:  sabré "estar", sabré "hacer" y ... expuesta a la incertidumbre de lo desconocido.

Ciertamente hay algo que se repite en todos los voluntarios, y es que es un  camino y un  proceso. Tú vas haciendo camino, pero el camino, también te va haciendo a ti.

 Poner en pleno funcionamiento, la mirada, la capacidad de contemplar, de saber escuchar, y  dejar que todos los sentidos te hablen, se comuniquen... Ver  y no parar de ver cosas. Cosas y personas, y experimentar como la realidad te  deja sin palabras, y que pasas del "cierto romanticismo del voluntariado... a la realidad sin paliativos... sentir que lo que ves, sientes...  no es fácil de digerir, ni de compartir.

Una de las voluntarias, me escribía hace poco y me comentaba que había pasado por muchos momentos a lo largo de su tiempo en Haití y expresaba algo de lo sentido:

"Sentir que cuesta acostumbrarme a eso... sin  entender nada. De vivir con  la pregunta, y no dejar de pensar... cómo se se puede vivir así, cómo se puede vivir y estar allí entre tanta miseria y con tan pocas expectativas.
Pero ...  poco a poco, se va experimentando, que todo va cambiando, el momento de oración y de poner todo en común va haciendo efecto.
He pasado por momentos de vacío, de ganas de hacer cosas, de querer irme de allí, de no querer volver aquí...en fin, de todo un poco.
Sin duda el resumen de la experiencia es ... que ha sido el verano mejor empleado de mi vida."

¿te atreves?

CMG

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