Destacado ... la cercanía a la gente. Nos involucramos en sus vidas mucho más allá del Centro y llegamos a un punto en el que nuestra vida por las tardes transcurría en las casas de esas personas que eran felices de poder compartir con nosotras un poco de mate mientras se desahogaban y ... nos contaban sus difíciles historias.
Las dificultades, al principio siempre es difícil el choque cultural y mucho más difícil aún la realidad que viven. Es dura, cuesta y da ganas de desvanecerse, pero aprendimos a sacar la fuerza suficiente para que no sintieran lo duras que eran sus vidas y ya al tiempo todo fluía, todo iba sobre ruedas y allí éramos felices. Ojala pudiéramos volver mañana mismo…
En relación a la Comunidad religiosa de Jesús-María: Mª Alcira, Mirían, lucía... lo que me sale es GRACIAS! Gracias por demostrarnos que se puede dar la vida de uno mismo por la de los demás. Las quiero y las echo en falta en mi día a día, en las comidas de cada domingo… en todo!
... Iba con la idea de dar todo de mí y vuelvo habiendo recibido más de lo que nunca podría haber imaginado. Solo puedo agradecer esta oportunidad, ha sido la mejor experiencia de mi vida y espero que no termine aquí. Siempre me sentiré involucrada con Tres Isletas.
... he aprendido a valorarlo todo, a ser consciente ya no solo de lo que tengo, sino de la inmensa suerte que es tener una familia que me quiere, un techo bajo el que dormir y un plato de comida. Ahora lo valoro todo, todo.
Destaco por encima de todo el amor de la gente, la satisfacción que produce interiormente saber que allí hay gente que nos quiere de corazón. Solo de pensarlo, de recordar… me dan ganas de llorar.
Lara L.
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