"Un mes en Tánger. Suena de aventura! y así fue! Quería conocer la cultura y la realidad de la ciudad entonces me puse a trabajar en Dar Tika, en la Guardería del Sagrado Corazón y con las hermanas de Calcuta.
Mi trabajo consistía en acompañar a los niños en sus tareas durante la mañana, hacer juegos y talleres con las niñas de Dar Tika, preparar comida y jugar con los bebes y los niños de calle en Calcuta. Me sentí muy útil a dar una mano en todas las tareas porque hay mucho trabajo. Me sentí muy alegre cuando jugaba con los niños. Me sentí muy acogida y amada en la comunidad. También sentí mucha pena al enfrentarme con la realidad de las madres solteras, sus hijos y muchos vagabundos por la calle.
Ahora soy otra persona, tranquila y llena de gratitud. Esta experiencia me ayudó a darme cuenta de todo lo que tengo y de apreciar más la vida. Nuestras manos dan vida a los demás, así que úsalas bien y sé voluntario".
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