miércoles, 22 de diciembre de 2010

DECÁLOGO DEL VOLUNTARIO DE JESÚS-MARÍA

1. Ser voluntario es pensar y vivir de otro modo.
Ser voluntario es descubrir que la vida te pide más, que la vida no quiere que pases por ella de puntillas sino quiere que la VIVAS, dejando tu huella, dejando tu cariño, dejando tu sonrisa, tus manos,… dejando todo aquello que eres y poniéndolo al servicio de los demás.

"Si no vives como piensas acabas pensando como vives”. Ser voluntario implica coherencia en el estilo de vida escogido. El voluntario es alguien que descubre en su hacer y desde su hacer toda una manera de ser. Ser voluntario significa descubrir la solidaridad, no como el resultado de una acción sino como todo una forma de plantearse la vida y de conducirse y desarrollarse en ella. La entrega a los demás es el sentido de su vida.

Ser voluntario Jesús-María es poner al servicio de otros todo lo que hemos recibido de Dios.

2. Ser voluntario es formar parte de un proyecto y de un grupo
El voluntario va unido a un proyecto a realizar dentro de la organización y junto a un grupo de voluntarios y personas que trabajan conjuntamente hacia el mismo fin.

La acción del voluntario es sinónimo de acción compartida y complementaria con otros esfuerzos personales. Las aportaciones individuales dentro del grupo se multiplican. En el grupo podemos encontrar las capacidades que nos faltan, podemos potenciar las nuestras, descubrir nuevas facetas personales, apoyarnos en nuestras necesidades, fortalecer a los demás… El compartir las experiencias con tu grupo, ayuda a ser más conscientes del proyecto común y del crecimiento personal y de grupo que se va produciendo.

El voluntario de Jesús-María forma parte de este proyecto cristiano de entrega de manera desinteresada a los más desfavorecidos, en distintas partes del mundo… allí donde se encuentren.

El voluntario de Jesús-María, convencido de la fuerza que se recibe en la oración y en la fe en el Dios de Jesús y en su Reino, busca humanizar desde su entrega y dejarse humanizar por los otros.

3. Ser voluntario es sentirse portador de realidades nuevas.
Ser voluntario es creer que otro mundo es posible.
En realidades donde la situación económica, geográfica, o política, son siempre negativas y decadentes, en realidades donde las personas están acostumbradas a tener “nada”, a ser “nada”, donde no tienen dignidad…, cualquier muestra de cariño, de atención, de respeto… es llevar una realidad nueva, es hacer que la persona sea importante para nosotros, es sacar del anonimato a quien es tratado como alguien que no cuenta, es ponerle nombre a alguien, es darle Vida.

Ser voluntario de Jesús-María es ser portador de amor y de la Buena Noticia del Reino de Dios, que nos hace a todos hermanos e iguales ante El.

4. Ser voluntario es estar dispuesto a recibir más que a dar.
La primera motivación del voluntario es incidir a través de su acción en la realidad con el propósito de ver un cambio inmediato. Esto no solo puede ser frustrante sino que hace perder todo el sentido y la riqueza del voluntariado.

El voluntario no es un sujeto que incide de forma unilateral en las personas, en las situaciones, en la realidad, sino que debe vivir con esas personas, en esas situaciones y en esa realidad. De esta convivencia la mayor parte de las veces el sentimiento del voluntario es de gratitud ante todo lo recibido, más que de satisfacción por lo hecho.

El voluntario de Jesús-María abre el corazón y disfruta de todo lo que da y de todo lo que recibe, probablemente nos sorprenda el sentir, que aquellos que menos tienen son capaces de dar más.

5. Ser voluntario es pisar a fondo y descalzo, la tierra más desfavorecida, para conocerla, saborearla y respetarla.
Ser voluntario de Jesús-María es desarrollar la capacidad de abrir bien los ojos y los oídos para poder descubrir la realidad que hay bajo sus pies. Acercándose con respeto y humildad a las personas, sabiendo que el terreno que pisa es sagrado.

6. Ser voluntario es creer que los pasos del camino por andar son más importantes que el paso de la llegada.
El voluntario es una persona sometida a un proceso de aprendizaje permanente, que no queda limitado a la obtención de habilidades y técnicas con las que enfrentarse con rigor a su tarea entre los más desfavorecidos. En nuestro día a día, nos encontraremos sometidos a cambios, vaivenes y progresiones…, donde el grupo, las personas y el acompañamiento van a ser fundamental. Nos encontramos ante un aprendizaje de la vida y para la vida.

Ser voluntario de Jesús-María es saber que lo importante es crecer durante el camino, exponiéndose ante la vida, empapándose con los sentidos, y abriendo el corazón en cada encuentro.

7. Ser voluntario es tener los ojos abiertos y los oídos atentos para no acostumbrarse al quejido de quien sufre.
A veces lo cotidiano nos hace vivir inmersos sin mirar con amplitud ni con distancia lo que vivimos. El hecho de ver y convivir a diario con una realidad puede traer consigo el peligro de hacer normal lo denunciable.

El voluntario de Jesús-María debe cuestionarse todos los días cuál es su misión y resituarse continuamente, ser capaz de ver, de oír y de sentir las necesidades humanas.

8. Ser voluntario es saber contar con el límite propio y comunitario y aceptar que nuestra aportación es significativa y discreta.
El voluntario ha de ser consciente de que su aportación personal no debe ser deslumbrante, no es un héroe y tarde o temprano se va a encontrar con sus propios límites y con los de los demás.

El voluntario de Jesús-María sabe que por pequeña que pueda ser su aportación, es significativa pues deposita semillas e ilusiones, creando frutos de esperanza y de vida.

9. Ser voluntario es creer en lo que hacemos y en lo que hacen los demás, en la convicción de que estamos trabajando en la dirección del cambio social y humanizante.
El voluntario de Jesús-María no está pendiente de premios o de reconocimientos públicos, camina con esperanza en un mundo repleto de incertidumbres pero con la confianza de estar haciendo todo lo que está en sus manos, contribuyendo a un mundo más digno para todos.

10. ¿Cómo acabarías tú el decálogo?
Ser voluntario es…

No hay comentarios: