domingo, 5 de enero de 2014

Año nuevo y lleno

Feliz Año Nuevo o ... Feliz si conseguimos que sea nuevo... lleno de vida.


Acabamos de dejar un año y comenzar otro, y quizás, tengamos, todavía presente, la sensación y la certeza de que a lo largo del año que dejamos... nos hemos equivocado más de lo que hubiésemos querido o de que no hemos sabido estar a la altura de las circunstancias. 
Quizás, en más de una ocasión, hayamos hecho sufrir, por causa de nuestro egoísmo, impaciencia o incomprensión... o simplemente, no hemos sabido escuchar y estar atentos a la gente que nos rodeaba.
Y también es cierto, que en estos días, por todas partes, el saludo más oído es: Feliz Año!

Pues sí, que así sea, que podamos tener, todos, un año lleno de felicidad... de VIDA.

Cada año que comienza, es sin duda, una oportunidad que se nos ofrece para ir llenándolo de vida, de sentido, de personas... y de tiempos. Puede ser, una oportunidad para poner nuestras vidas en las manos de Dios y junto a Él  ir releyendo nuestra historia, y todo cuanto nos vaya acontecimiento... y poder sentir el paso de Dios por nuestras vidas. No como un paso fugaz, sin consecuencias, sino un paso  que alienta, aviva, enamora, guía, ilumina, llena y toca el corazón... siempre dejando huella.
Aprovechemos la oportunidad que nos brinda la vida para no no desperdiciar ninguna ocasión de poder ser feliz, haciendo felices a los demás... en cada momento, en cada circunstancia, en todo tiempo!!!

Y como sola no sé y no puedo, cuento contigo Señor, y para que no queden mis deseos en un compendio de buenas intenciones... quiero contar contigo, caminar a tu lado, y quiero vivir...

Quiero vivir, cada día, con esperanza, ilusión y entusiasmo... contagiando a otros.
Quiero vivir, cada día, sin perder el sentido del humor y relativizando, quedándome con lo bueno y aprendiendo de lo demás.
Quiero vivir,  cada día, aprendiendo a contemplar a las personas y descubrir su verdad más honda.

Quiero vivir, cada día, apreciando y valorando  tanto bien recibido:tantos gestos, detalles, palabras, estímulos y encuentros que  tocan el corazón y que van  haciendo de mi ... lo que soy.

Quiero vivir, cada día, agradeciendo  la vida de tanta gente que me encuentre en el camino, la vida de aquellas personas que  irrumpe en mi vida, dejando huella, formar parte de ella... 
Quiero vivir, cada día, siendo consciente de lo afortunada que soy por el cariño, la fidelidad y la vida compartida  con  la gente me quiere.

Quiero aprender, cada día,  a mirar el mundo como Tú, Señor, lo miras,  y ver lo que Tú, Señor,  ves.
Quiero aprender, cada día, a escuchar,  y a saber comprender sin juzgar, como Tú, Señor lo haces.

Quiero vivir, cada día, con un corazón que no se desentienda de las urgencias y necesidades de tantos hombres y mujeres, mis hermanos,  que sufren
Quiero amar... como Tú, Señor, amas. Amar la vida, amar al mundo... amarte a ti, Señor.

Amén... que así sea.

C.M.G

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